Desviación del tabique nasal e hipertrofia de cornetes

La nariz está separada internamente por una pared llamada tabique nasal en dos cavidades. Habitualmente, estas cavidades son del mismo tamaño; sin embargo, existen dos factores que pueden reducir su tamaño: las desviaciones del tabique nasal y la hipertrofia de los cornetes.

La desviación del tabique nasal puede ocurrir debido al crecimiento excesivo del tabique, lo que provoca que se pliegue y deforme, invadiendo una o ambas fosas nasales. Esto reduce el flujo de aire y lo hace turbulento, causando que el aire choque con las paredes de la cavidad nasal, lo que reseca y adelgaza la mucosa nasal, y puede ocasionar sangrados. Los traumatismos (golpes) en la nariz también pueden provocar la desviación del tabique, con los mismos síntomas. Dependiendo del tamaño y la ubicación de la desviación, puede haber consecuencias como el colapso de la válvula nasal o sinusitis.

La hipertrofia de los cornetes, que es el agrandamiento y crecimiento de los cornetes, es otro factor que reduce el tamaño de las fosas nasales y, en la mayoría de los casos, se asocia a rinitis. Cuando los síntomas persisten por un período prolongado, los medicamentos pueden dejar de ser efectivos para reducir el tamaño de los cornetes.

El diagnóstico se realiza explorando al paciente en el consultorio mediante rinoscopia o endoscopia nasal, y se confirma con un estudio de imagen llamado tomografía simple.

Para corregir la desviación del tabique nasal y/o la hipertrofia de los cornetes y mejorar el paso del aire por la nariz, es necesario realizar una cirugía. En esta intervención, se retira el exceso de tabique nasal y se reposiciona adecuadamente. Además, los cornetes se reducen de tamaño mediante dos técnicas: radiofrecuencia o resección submucosa con microdebridador. Ambas técnicas tienen la misma efectividad.

Después de la cirugía, tendrás un vendaje de cinta en la nariz y unas férulas de material suave y flexible dentro de la nariz para mantener el tabique en su lugar. Podrás respirar a través de las férulas, aunque pueden obstruirse eventualmente. Es necesario realizar lavados nasales constantes durante 1 o 2 meses y guardar reposo relativo en casa durante una semana. Las férulas suelen dejarse entre 10 y 15 días, y las consultas se realizan semanalmente para revisar la nariz, retirar costras, cambiar el vendaje nasal y retirar las férulas en el momento indicado.

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