Perforación de la membrana timpánica

El tímpano o membrana timpánica es la única estructura que separa al oído medio, del exterior, ya que el oído medio es una cavidad limpia. La integridad del tímpano es importante para la transmisión del sonido correctamente y evitar infecciones en el oído medio. Los mecanismos por los que una perforación del tímpano se producen puede ser desde un traumatismo por limpiar los oídos con un cotonete, por implosión (al recibir una cachetada o puñetazo directamente en el oído), por una exploción fuerte cerca del oído ocasionando trauma al oído interno al mismo tiempo o partículas calientes. El tamaño y la localización de las perforaciones traumáticas es muy variable. Se debe descartar una lesión en la cadena de huesecillos del oído en estas situaciones.

El diagnóstico se realiza mediante la observación del oído afectado con la ayuda de un microscopio o endoscopio que confirma la perforación del tímpano. Es importante complementar la exploración física con una acumetria (valoración de la audición con diapasones) que nos ayudará a verificar la audición del paciente rápidamente. Será necesario solicitar una audiometría (estudio de audición específico) y estudios de imagen que nos ayuden a ver la integridad o daño de estructuras más profundas.

La mayoría de las perforaciones traumáticas cierran de manera espontánea, y requieren de cuidados de oído seco (algodón y vaselina al bañarse) durante el tiempo en el que cierra el tímpano. En perforaciones muy grandes o con bordes irregulares, puede ser necesario un tratamiento quirúrgico (cirugía) para reconstruir el tímpano.

Las perforaciones crónicas suelen suceder en pacientes con disfunción de la trompa de eustaquio, así como en personas con múltiples colocaciones de tubos de ventilación.